martes, 28 de febrero de 2012

Las Chambres de Bonne

     París, la ciudad más visitada del mundo, con unos 27 millones de personas que viajan a ella al año. Considerada como una de las ciudades más hermosas del mundo (según los parisinos, la más hermosa, pero ya se sabe que para los padres sus hijos siempre son los más guapos). Habitada desde el IV milenio a.C. por aquí ha pasado casi todo el mundo: galos, romanos, francos, germanos, españoles, ingleses, prusos, rusos, alemanes... ¡Y todo esto sin contar las migraciones de los últimos 50 años! De París se dice que es una ciudad que nunca se visita por primera vez, pero que cada vez que uno vuelve, visita una ciudad nueva. Os invito a que recorrais conmigo la Ciudad de la Luz. Este blog no pretende ser un exaustivo estudio histórico de París, sino más bien, una presentación, la exploración de una ciudad que tiene mucho que ofrecer.
Chambres de bonne en París
      Cierto es que una ciudad no se ve igual cuando se vive en ella que cuando estamos de viaje. Cada vez que te trasladas a una ciudad nueva te enfrentas a problemas totalmente diferentes, especialmente si te vas a vivir fuera de tu país. Para mi, y casi todas las personas que se vienen a vivir a París coinciden conmigo, el mayor problema con el que nos encontramos aquí fue la búsqueda de piso. No os voy a aburrir con todas las idas y venidas hasta conseguir un apartamento que se amoldara a nuestras necesidades. De lo que os quiero hablar es de una de las cosas que más me impactó en esta búsqueda de piso: las “Chambre de Bonne”. Son diminutos apartamentos (cuando digo diminutos, me refiero a realmente pequeños, de entre 6 y 12 m2), situados en los áticos de los edificios del París del siglo XIX. ¿Habeis viso la película Ratatuille? ¿Recordais la minúscula buhardilla donde vivía el protagonista? Pues eso es una chambre de bonne.
      Antiguamente, era el lugar donde vivía el servicio. Muchos de estos apartamentos siguen teniendo sus escaleras de acceso separado de las principales, es decir, que hay unas escaleras que suben exclusivamente a los áticos donde se encuentran las buhardillas.
Chambre de bonne con el váter en medio
   Os podeis imaginar que, en un piso tan pequeño, las prestaciones y comodidades son extraordinariamente mínimas. Por ejemplo ¿dónde pones un váter en un apartamento de 6 o de 10 m2? La respuesta es bien sencilla, simplemente no tienen retrete en el interior. En el mejor de los casos, el váter está en el pasillo y se comparte con un vecino (o varios), y en los casos más extremos, tu casero (a cada apartamento normal le corresponde una chambre de bonne, así que no es raro que el propietario de la buhardilla viva en el mismo edificio) te da las llaves de su apartamento y, cada vez que quieres el baño, le haces una visita al dueño de tu piso. Yo he llegado a ver buhardillas que tenían, ¡el water en el medio del salón-dormitorio! Pero, afortunadamente, las leyes sanitarias francesas lo tienen totalmente prohibido, de hecho hay una curiosa ley que obliga a que haya dos puertas separando el retrete de la cocina, precisamente pensada para evitar que el casero te plante un váter en medio de tu mini apartamento.
     Pero no todo son desventajas en las chambre de bonne, ¡¡tienen unas vistas increíbles!! Gracias a la homogeneización de la arquitectura urbana de París entre 1852 y 1870 (encargo de Napoleón III al barón Haussmann), las chambre de bonne son los pisos más altos del París histórico, así que no es muy difícil encontrarse en una buhardilla con unas maravillosas vistas de la torre Eiffel, el palais Garnier o el hôtel des Invalides.
     Hoy en día, estos son los apartamentos que suelen alquilar los estudiantes a su llegada a París, aunque también hay muchos dueños de chambre de bonne que han encontrado un negocio más rentable: ponerlas a disposición de los viajeros que vienen a pasar unos días en la Ciudad de la Luz y prefieren un pequeño apartamento a una habitación de hotel. 
      Un saludo y a bientôt!

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